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- Control de poblaciones:
- Los animales salvajes actúan como reguladores naturales de las poblaciones de otras especies, manteniendo el equilibrio entre las diferentes poblaciones y evitando la sobrepoblación de ciertas especies.
- Por ejemplo, los depredadores ayudan a controlar las poblaciones de presas, evitando la sobreexplotación de recursos vegetales y la alteración del equilibrio ecológico.
- Polinización y dispersión de semillas:
- Muchos animales salvajes desempeñan un papel crucial en la polinización de plantas y la dispersión de semillas, facilitando la reproducción y regeneración de la vegetación.
- Los insectos, aves y mamíferos son importantes agentes polinizadores y dispersores de semillas, contribuyendo a la diversidad y la salud de los ecosistemas terrestres y acuáticos.
- Ciclos de nutrientes:
- Los animales salvajes participan en los ciclos biogeoquímicos al descomponer la materia orgánica, liberar nutrientes en el suelo y facilitar la fertilización de los ecosistemas.
- Los carroñeros, por ejemplo, reciclan nutrientes al alimentarse de animales muertos y descomponer la materia orgánica, enriqueciendo el suelo y promoviendo el crecimiento de las plantas.
- Control de plagas:
- Algunos animales salvajes, como murciélagos, aves rapaces y insectos depredadores, ayudan a controlar las poblaciones de plagas agrícolas y forestales, reduciendo la necesidad de pesticidas y promoviendo la salud de los cultivos y bosques.
